Las amenazas globales de ciber seguridad y el cambio climático son dos de los desafíos más importantes de nuestra sociedad en este siglo XXI.
Existe una relación cada vez más clara entre el impacto del cambio climático y el aumento de vulnerabilidades sociales y situaciones de emergencia, lo que conlleva un mayor nivel de delincuencia, incluyendo la ciberdelincuencia y brechas de seguridad.
Cuando se producen eventos climáticos extremos aumenta la presión en infraestructuras críticas, lo cuál puede ser aprovechado por actores maliciosos para llevar a cabo ataques cibernéticos. La lucha contra el cambio climático hace a las sociedades cada vez más dependientes de la tecnología y que, por tanto, estén potencialmente más expuestas a ataques en su ciber seguridad.
Todo lo anterior implica la necesidad de entender las ramificaciones y relaciones entre la ciber seguridad y el proceso acuciante de cambio climático, que afectará al mundo empresarial, a la ciudadanía y al sector público. Por tanto, es necesario desarrollar estrategias que aborden los riesgos cibernéticos asociados al cambio climático para fortalecer medidas de ciber seguridad y garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información y los sistemas relacionados con el cambio climático.